...entonces, la piel se derrama... (detalle) Videostill. Marta Ares. 1995

LOS NOVENTA, ARTE ARGENTINO 
por JORGE LÓPEZ ANAYA

En los años ochenta, en la Argentina, algunos artistas siguieron con entusiasmo una línea de tendencia ligada a la última metamorfosis del expresionismo. Las visitas de Bonito Oliva al Río de la Plata, y su prédica, entre otros apoyos institucionales, impulsaron el itinerario de una pintura fundada en el eclecticismo, en el primitivismo y en los excesos de manualidad y de calidez cromática. En 1982, en vísperas de la democratización de la República, se inició la saga de exposiciones de talante transvanguardista, con el colectivo que adoptó el nombre de Nueva Imagen. Entre otros, lo integraron Guillermo Kuitca, Juan José Cambre, Duilio Pierri y Alfredo Prior. Pero hacia fines de los ochenta -época de la massmediatización de la esfera pública, y de una profunda transformación cultural de la sociedad argentina- surgieron otras vertientes de jóvenes que se iniciaron con un proyecto estético diferente al que impulsaban los “transvanguardistas”. El rasgo principal de la familia de artistas incluidos en esta línea de tendencia, además de la diversidad de sus marcos conceptuales, es el carácter antiexpresionista en el que sustentan su estética. También se advierte en sus obras, con acentos sutiles, el trabajo sobre los significados, las referencias al conceptualismo “histórico” -desprovisto de todo ascetismo-, al arte povera y a los mass media..]

...[Una de las preocupaciones de Marta Ares (Buenos Aires, 1961) es el develamiento del mundo íntimo de la mujer. Especialmente volcada hacia la videoinstalación y el fotoconceptualismo, presentó en A, e, i u, o (Centro Cultural Recoleta, 1994) una instalación en la que el espectador debía transitar por estrechos pasillos bordeados de largas bateas llenas de un liquido oscuro, de cuya superficie emergían afilados punzones de hierro. El “intruso” se sentía amenazado por el extraño contexto, pero debía llegar al centro del lugar para leer frases como: “Todo tiene sentido. Hasta que me levanto al día siguiente. Anoche, en sueños, maté 2 personas. El problema era donde poner la sangre. Eso es mucho más coherente que la mayoría de las cosas que debo hacer durante el día. Por ejemplo, decirte que te amo”. De esta manera hablaba de la incoherencia de las acciones cotidianas de una mujer.
En una videoinstalación titulada Entonces la piel se derrama...(1995) se nos advertía que “el cuerpo -nombrado a través de su ausencia- ocupa un lugar central.” El piso de la instalación estaba cubierto por una tela gomosa blanca, con arrugas y dobleces. Simulaba estar cubierto por “piel” que se había liberado del cuerpo. En una gran pantalla se proyectaba un vídeo en el que se percibía “la piel derramada”: una sustancia espesa y blancuzca, que corría sin interrupción de derecha a izquierda, dejando chorros, gotas y globos de aire. El ambiente era muy despojado, muy minimal, pero alejado del minimalismo histórico, pues aquí se integraban referencias al cuerpo, a la sexualidad, a lo orgánico. También el sonido constituía un componente importante con sus ruidos viscerales, con sus sugerencias sonoras del cuerpo. Ares parece ironizar sobre la lógica masculina imitando el discurso del hombre. Alude, desde esta perspectiva, a la ecuación machista entre la mujer y los fluidos. Pero, en este caso, no es la leche ni son los líquidos amnióticos los que circulan, sino la piel, con su referencia ineludible al placer del cuerpo…]…

Artistas:
Jorge Macchi, Juan Paparella, Pablo Siquier, Ernesto Ballesteros, Gumier Maier, Omar Schirilo, Marcelo Pombo, Miguel Harte, Fabio Kacero, Marcela Mouján, Silvia Gai, Graciela Hasper, Nicola Costantino, Marta Ares.

Arte argentino de los 90. Fragmentos.
Revista Lápiz Número 126. Madrid, España. 1996